No lo escribi yo pero estas palabras son de mi amigo...el realmente sabe de que habla..
Yo pienso:
Recuerdo que el primero de mis dilemas espirituales fue confrontar el hecho de que mi vida estaba cambiando, mi personalidad también, mis sentimientos e integridad. Cuando fui al Padre con todo mi malestar fue así: "Señor, se supone que tu me amas, y me amas como soy (o eso se supone), pues entonces por qué te empeñas en cambiarme (o, por qué tengo que hacer tantos cambios dentro de mí para seguir tu camino)." Dios me miró, se mato de la risa y respondió "Josué, tu no tienes idea de quién, ni qué eres. Sólo yo sé llamar las cosas por su verdadero nombre y sólo yo comprendo (y sé) la verdadera naturaleza de las cosas y los seres." Despues entendí: La vida es como un verse al espejo. Es un maquillarse, peinarse, arreglarse, un corte aqui, un gel aca, rasurarse, depilarse.... llenarse el cuerpo y ser de artificios. Dios, el Padre, es un baño en agua fresca, volver a lo que él nos formó en el vientre. A esa sencillez, a esa desnudez; a la esencia, el espíritu (Dice Pablo que nuestro espíritu da testimonio de que venimos de Él). Vivir, hasta el momento que Cristo se gesta en nuestras vidas (a través del bautismo, alumbramiento espiritual), es una gigantezca recoleccion de artificios. (Pienso en el dilema del arte o el artificio). A partir de nuestra gestacion espiritual (mucho mejor, la gestacion del Espiritu Santo dentro de nosotros -somos nosotros que nacemos al mundo espiritual, es el Espiritu de Dios que nace a nuestro cuerpo, misterios de la inhabitacion.) el proceso se revierte, se da vuelta la tortilla y la vida se convierte en un camino (quiero usar camino porque el Maestro usó camino) hacia el estado inicial. Vivir a Cristo, es sacar los artificios. Qué es artificio? Todo lo que no es necesario para que yo ame al Padre. Y para amar al Padre no necesito más que mi cuerpo, mi calzado y una mudada de ropa (Recuerdo a Jesucristo enviando a sus discipulos -evangelio según San Mateo 10/5-15), y aun las ropas nos estorbaran. El cuerpo estorbara. El alma estorbara. Es por eso que a la muerte solo sobrevive el espiritu: pedacito de Dios, testimonio de que venimos y somos de Él. Vivir a (para) Cristo es volver a la esencia, volver a Él, a los paños menores que cubren solamente el sexo por pudor ajeno, crucificados en la cruz, con las mismas cicatrices, la misma sencillez y el mismo último lamento. Vivir a Cristo, es darle al Espiritu Santo las riendas del coche, que sea Él el que guie.
Si sentiste miedo de cambiar. Deja que Dios te llame por tu verdadero nombre, deja que llame tu verdadera naturaleza, deja que Él te guie.
Con amor infinito (de ése que solo viene del Padre)
Paz
Suyo en cuerpo y alma (En espiritu somos uno)
Jopy